lunes, 11 de mayo de 2009

Religión celta

La religión tiene su base en la naturaleza: el sol, la luna, las estrellas, el mar, las montañas, fuentes, bosques, ... todo tiene para el celta voces y misterios, todo encierra algo del espíritu divino.

La religión céltica, como la mayoría de las antiguas religiones, esta dividida en dos niveles el esotérico y el popular. El esotérico contiene una metafísica que ha sido comparada con la de Pitágoras. El popular contiene una mitología de fácil entendimiento y un gran número de elementos tradicionales relacionados con los cultos telúricos, lunares y solares, también está relacionado con la magia generalmente natural.

Un dato importante que ha de citarse es, que los monumentos megalíticos cuya creación se adjudicaba a los druidas son varios miles de años anteriores a ellos.

La mayoría de pueblos celtas tenían su propia concepción de la mitología, por lo que no es extraño encontrar al mismo dios mencionado por diferentes pueblos con diferente nombre.

El caso de irlanda es distinto ya que aún habiendo 4 reinos (5 si creemos en las leyendas) el Dios es el mismo. También han sido hallados 32 ejemplos de dioses de tres caras concéntricas. En Châtillon-sur-Seine se ha encontrado la representación de 3 diosas madre que forman una trinidad divina (una sujetando un niñito, otra sujetando unos pañales y la última una escudilla y un pan), otra en Newcastle-upon-Tyne (tres diosas de la fertilidad envueltas en pelerinas con capucha de campesinas, codo con codo, de idéntica forma) y en Bavay (una cabeza de tres rostros ornada de collares, alterna con cabezas simples sin collar, en realce sobre un vaso de bronce). No se conoce el sentido de estas trinidades, pero indican refinamientos espirituales.

El tema de los dioses-animales es muy ambiguo ya que no se sabe si las estatuas halladas en varias zonas celtas de seres semianimales se tratan de estatuas de dioses o de meros símbolos. Los ejemplos de dioses animales son muchos, como Kernnunos, que siempre aparece con astas de ciervo.

Para poder entender la religión céltica hay que entender su concepción de la naturaleza la cual se trataba de pensar en todo ser vivo como unidad con alma, no como el cristianismo que divide la creación en seres con alma (los humanos) y en el resto de seres vivos. También existían en la mitología celta dioses pancélticos, como el dios irlandés Lugh (que es un dios carpintero, herrero, campeón, artista, poeta, mago, cirujano, copero, grabador, etc.) que dio nombre a ciudades como Lyon o a eventos como el Lughnasadh. La distinción entre lo natural y lo sobrenatural no existía para los celtas, ya que como queda demostrado en los relatos mitológicos, todo es natural aunque para nosotros resulten inverosímiles. Diferenciar a un dios de lo que no lo es dentro de la cultura celta puede llegar a ser imposible debido al hecho de, que cualquiera que tuviese conocimientos técnicos e intelectuales era llamado dios en Irlanda.